Pablo Caballero Payán @pablocpayan

Se acaba 2016 y el Real Betis Balompié sigue viviendo en la mediocridad deportiva, con la desilusión por bandera y con una crispación institucional que sigue siendo un lastre pesadísimo para que el crecimiento del club.

Cuatro entrenadores, dos directores deportivos y dos presidentes ha tenido la entidad de Heliópolis durante estos 366 días. El farragoso asunto accionarial y judicial parece no tener fin. Se agrava este tema con la paupérrima actuación del primer equipo bético. Aunque se consiguió el objetivo marcado para la temporada pasada, la imagen del equipo fue, en la mayoría de los partidos, lastimosa.

Tristemente, la situación no ha cambiado con la nueva campaña, en la que se marcó como objetivo asentar al equipo en la primera mitad de la tabla. De momento, no se ha logrado, y se tuvo que prescindir de Poyet porque el equipo era una ruina. La llegada de Víctor ha supuesto una leve mejoría en las prestaciones de la plantilla, pero aun lejos de lo que se pretende.

En la crispada, y por momentos barriobajera, Junta de Accionistas de anoche, se aprobaron las cuentas, la inclusión en la estructura del club de los equipos de baloncesto y fútbol-sala y se dejó constancia de que el bético no quiere saber nada del pasado, representado por Castaño, Bitton y Lopera. Lo que pasa es que, mientras que la situación deportiva no sea estable, digna y esté a la altura de la afición y la historia del club, Haro y Catalán lo tienen crudo para que su proyecto se consolide.

No creo que todo sea desastroso y criticable. Se están haciendo cosas muy interesantes y necesarias, pero mientras que los que se pongan la camiseta verdiblanca no la honren y la defiendan como deben, todas estas buenas acciones estarán en entredicho y cogidas con alfileres. La solución pasa por que todos rememos en la misma dirección y se lleguen a acuerdos beneficiosos para la estabilidad del Real Betis Balompié, cosa que, a día de hoy, veo difícil.

Ojala que el nuevo año traiga nuevos aires a nuestro querido club, que la situación deportiva mejore y que la deseada y necesaria estabilidad llegue. Desde Sentir Bético os deseamos un feliz 2017 y que nuestros sueños y anhelos verdiblancos se cumplan.