Pablo Caballero Payán @pablocpayan

Real Betis Balompié 1 (Rubén Castro) – Athletic Club de Bilbao 0

Importantísima victoria del Real Betis ante el conjunto bilbaíno en un partido en el que desgastó y ensució el mono de trabajo para lograr los tres puntos en juego. El fenomenal trabajo defensivo de todo el equipo fue la clave para conseguir llevarse el gato al agua.

Sorprendió Víctor Sánchez del Amo con el sistema de juego. Abandonó el que venía utilizando (3-5-2 o 5-3-2) y dibujó sobre el césped del Villamarín un 4-4-2 con novedades significativas, ya que la línea defensiva estaba formada por cuatro centrales, siendo Mandi y José Carlos los que ocuparon los laterales y Donk y Pezzella el centro de la zaga. Piccini y Durmisi ocuparon las bandas de la medular, acompañados en la zona central por Joaquín y Ceballos, completando el equipo Sanabria y Rubén arriba y, obviamente, Adán bajo los palos.

La consecuencia de este llamativo cambio fue que el conjunto de Valverde jamás se sitió cómodo en ataque durante la primera mitad. El plan tramado por Víctor se vio redondeado por el gol de Rubén Castro antes del minuto veinte. El canario le ganó la partida a Laporte y culminó la jugada con la zurda tras un pase de Sanabria. Reaccionó tímidamente el conjunto vasco con un disparo de Williams bien despejado por Adán. Pero el Athletic se mostró inoperante ante la buena defensa del Betis.

La segunda parte fue totalmente controlada por los vizcaínos, con los locales esperando agazapados y ordenados un contragolpe que finiquitara el partido. Aun así, los ataques de los leones apenas llevaron peligro a la portería bética. Ya casi al final del partido, un chut de Muniain desde la frontal del área y un remate de Vesga en el descuento crearon algo de incertidumbre para los béticos, pero jamás se sintieron los de Heliópolis agobiados y desbordados por el rival.

El partido llegó a su conclusión y los jugadores verdiblancos se marcharon al vestuario con el reconocimiento de su afición, que vio como su equipo trabajó a destajo para lograr una victoria importante. Con alma, espíritu y sacrificio es más fácil ganar puntos. El Betis, con sus defectos varios, por lo menos compite y tiene las ideas claras, sabe adaptarse a lo que demanda el rival y derrocha trabajo y kilómetros. Indudablemente, así es más fácil ganar.

LO MEJOR: el gran trabajo defensivo de todo el equipo. A nivel individual, me quedo con el partido de Pezzella y Ceballos.

LO PEOR: un fijo en esta parcela: Piccini, que se ganó el cambio a pulso por sus fallos y su indolencia.