Decía Víctor Sánchez del Amo después de la nueva decepción de Ipurúa, que “las derrotas son dolorosas pero de su análisis siempre salen aprendizajes que nos ayudan a crecer”. Esperemos que el entrenador madrileño tenga razón y sea capaz de revertir la situación actual de un club que ha perdido el rumbo deportivo e institucional. Un club que año tras año cambia demasiadas cosas para terminar siempre en la misma situación: la mediocridad más absoluta.

Recuerdo que hace un año me enfrascaba en varios debates en las redes sociales con un amigo de la Complutense que criticaba duramente al director deportivo, Eduardo Macía. Bajo mi humilde opinión, Macía venía precedido de una destacada trayectoria en importantes clubes, pero los béticos debíamos dejar trabajar a una persona que tenía por delante un proyecto desafiante: mejorar la plantilla con un presupuesto exiguo. Llego como un salvador y se fue como un apestado.

Lo mismo que comienza a sentir en sus carnes Torrecilla, aunque con la diferencia de haber dispuesto de más presupuesto para construir una mejor plantilla. Los béticos y la prensa comienzan a juzgar al director deportivo con mucha razón pues su mano no se nota en el césped, ya que los nuevos fichajes -quitando a Mandi- no han demostrado mejorar lo existente. Al igual que con Macía, mi discurso sería el mismo: dejar trabajar y esperar que el proyecto se complete para poder juzgar de manera responsable y justa. Pero este club vive inmerso en una lucha constante que hace muy difícil el trabajo de cualquier responsable. Ya escribí hace unas semanas que Torrecilla había pasado muchas temporadas en el Celta antes de poder construir una gran plantilla y que aquí también habría que darle mucho tiempo para llegar al objetivo.

Pero no aprendemos y seguimos consumiendo entrenadores, jugadores, directores deportivos y presidentes a un ritmo vertiginoso. El Betis actual es un volcán en continua erupción y un club de fútbol necesita tiempo y un proyecto a largo plazo para poder crecer. Un proyecto que se base en fichajes de calidad sin olvidar la cantera, base esencial de cualquier época dorada de este club.

JJ Barquín  @barquin_julio