Llevo varios días atrasando este artículo, a la espera de que se oficialice la marcha de Poyet y la llegada de un nuevo entrenador. Pero si sigo esperando, lo mismo tengo que escribir antes la crónica del partido frente a la Unión Deportiva Las Palmas. Así que , vamos allá.

A 11 de noviembre de 2016, se pude decir a boca llena y sin contemplación alguna que, el proyecto deportivo del Real Betis Balompié para la temporada actual es un fracaso absoluto. Da igual que se consiga en mayo el objetivo marcado por la entidad verdiblanca, cosa que, por otra parte, dudo mucho que se logre. Pero si se hace, será fruto de circunstancias ajenas a la planificación realizada. Porque planificado, parece que no hay nada.

Desde que se terminara el encuentro en Villarreal, se sabía que Poyet no iba a seguir dirigiendo al Betis. Cinco días después, no ha llegado el sustituto. Aun así, el técnico
uruguayo ha dirigido cuatro sesiones de entrenamiento y ayer se marchó a Londres con permiso del club para, según la versión oficial, resolver unos asuntos personales. Y mientras tanto, el próximo partido se viene encima y el primer equipo bético sigue sin entrenador.

A mi no me extraña que Torrecilla no tenga ya el sustituto atado y con el chándal del Betis puesto. En verano dispuso de mes y pico para traer un jugador de las características de N’Diaye y no lo hizo. Es lógico pensar que esta situación le ha cogido al director deportivo con el paso cambiado, ya que parece que no era partidario del relevo en el banquillo. Aun así, y viendo la deriva en el campeonato liguero del Real Betis, era de suponer que tuviera una alternativa preparada por si la situación desembocaba en un cambio de entrenador. No ha sido así.

Puede que hoy se confirme el nombre del nuevo técnico bético. Puede que nos llevemos una sorpresa, supongo que negativa y desilusionante, cuando conozcamos el nombre del sujeto. De lo que no hay dudas es del ridículo lamentable que están protagonizando Haro, López Catalán y Torrecilla. El castillo de naipes que es el Betis se ha vuelto a caer. Y lo más preocupante de todo es la sensación de que lo peor, aun está por llegar.

Pablo Caballero Payán @pablocpayan